Basado en un hecho real

jueves, 17 de mayo de 2007


Hace algún tiempo, una noche a las cuatro de la mañana, me dirigía a mi trabajo, pues entraba a las cuatro y media de la madrugada, la noche estaba muy oscura porque no había ni luna, el cielo estaba cerrado y lloviznaba un poco, la calle estaba vacía no había ni un alma, a esa hora quien iba haber, o eso creía yo, ya cerca de mi trabajo pare en un semáforo que estaba en rojo, aunque no circulaba nadie, pues pare; la verdad, es que daba un poco de miedo, todo vació, oscuro, por no haber no había ni ruido, cuando me da por mirar por la ventana, y al acercar la cara al cristal, veo como alguien acerca su cara al cristal pero por fuera, me asuste tanto que la piel se me erizo, metí la primera y acelere a tope saltándome el semáforo en rojo, por suerte no había nadie, veinte metros mas adelante, mire por el retrovisor a ver quien era, cual fue mi sorpresa, al ver que no
había nadie, me di cuenta de que había sido mi cara reflejada en el cristal, que al estar alumbrada por la luz del semáforo el cristal me hizo de espejo, menudo susto me lleve de mi mismo. Fdo. Un valiente

4 comentarios:

MAYTE dijo...

LO MEJOR QUE HICISTE FUE CORRE...Y SI HUBIERA HABIDO ALGUIEN QUE?.....
DE VALIENTES ESTAN LOS CEMENTERIOS LLENOS xDDD.
BESOS.

yo dijo...

Eres una cosa mala, eso solo te pasa a tí, bueno y a los de tu familia.
Que te voy a contar que tu no sepas???
Me he artao de reir

Silmar dijo...

Pacorro:

Te decia, me ha dado mucha risa aca en México hay un dicho que dice "el miedo no anda en burro", jaja. como me has hecho reir.

Soy yo mismo dijo...

yo me a cuerdo de ezo porque me lo contates